Dejá un comentarioleer al Kirk de Billiken (un episodio de 32 páginas compilado por primera vez en libro por Doedytores) no deja de ser un acontecimiento que, entre muchas razones, viene a confirmar que en la narrativa oestehedliana la repetición de algunos esquemas (descubrir que la víctima es en realidad el victimario) ratifican, diría Borges, “la forma esencial” de una poderosa historia, alejándola de toda sospecha de “artificio”. Es decir, en Kirk, con o sin Pratt, el lector asiste a las formas esenciales de lo que será la historieta moderna argentina.
Categoría: Sueltos
El peso de la literatura: un viejo juglar, cronista del más allá, llega y dice lo que ha pasado en la batalla.
Los instrumentos del decir: detritus, mugre, silencios, ruido.
–Hace poco tiempo estoy asumiendo que la literatura es lo que me interesa de la canción. Por eso, cuando produzco un disco me la paso desagregando, sacando arreglos, coros, me quedo con una síntesis mínima, donde la punta sigue siendo lo que digo y cómo lo digo. Si no digo nada y si no lo digo como siento tiene que sonar, no tengo nada. Y eso me hace pensar en el peso de la literatura. Como lo entendían aquellos viejos juglares o trovadores, que iban y decían lo que había pasado en la batalla. Una especie de cronista del más allá. Mis discos son urgentes y son discos, nada más. Yo hago eso, celebro los discos súper arreglados y exquisitos. Pero mis intenciones son otras. La belleza canónica espanta lo que quiero decir. Entonces necesito detritus, mugre, silencios, ruido.Dejá un comentario
Un lápiz
Por diez centavos lo compré en la esquina
y vendiómelo un ángel desgarbado;
cuando a sacarle punta lo ponía
lo vi como un cañón pequeño y fuerte.
Saltó la mina que estallaba ideas
y otra vez despuntólo el ángel triste.
Salí con él y un rostro de alto bronce
lo arrió de mi memoria. Distraída
lo eché en el bolso entre pañuelos, cartas,
resecas flores, tubos colorantes,
billetes, papeletas y turrones.
Iba hacia no sé dónde y con violencia
me alzó cualquier vehículo, y golpeando
iba mi bolso con su bomba adentro.
[Alfonsina Storni, Mascarilla y trébol: círculos imantados (1938)]
Dejá un comentario“Toro embistiendo una gigantesca B rúnica” (Jorge Santiago Perednik): vestigio comechingón, disrupción originaria, ensayo pictogramático de literatura ágrafa. ¿Puede ser el Btoro un punto (ciego) de comienzo de la literatura argentina?
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